La democracia del siglo XXI se enfrenta a retos muy complejos, de la economía a la ecología, retos que requieren movilizar la voluntad y el conocimiento distribuidos en la sociedad. La participación se perfila como una vía clave a la hora de catalizar la inteligencia y la acción colectiva de la ciudadanía. Sin embargo, no todos los procesos participativos son capaces de hacerlo. La democracia es un sistema complejo y encontrar las condiciones que favorecen tales resultados, a fin de estimularlas, es un reto de investigación de primera magnitud para el proyecto Decidim. Otros campos de estudio en sistemas complejos (neurociencia, ecología, economía, etc.) han logrado un notable éxito mediante el desarrollo de modelos matemáticos y simulaciones por ordenador. La democracia participativa exige también desarrollar modelos sobre las dinámicas que se desarrollan en y en torno a estos procesos, sus condiciones y factores clave. Como innovación crucial, en los últimos años, las plataformas como decidim han abierto la posibilidad de extraer y usar datos masivos sobre las dinámicas de participación digital. Se abre así, en principio, la posibilidad de generar conocimiento que permita mejorar los procesos democráticos y, quizá, sus resultados. Pero la variedad de factores intervinientes en los procesos democráticos es inmensa y, además, el estudio se encuentra en un estado incipiente (a diferencia de otras disciplinas). Es por ello de fundamental importancia avanzar las cuestiones más relevantes, definir los objetivos, los límites y las metodologías requeridas para modelizar y simular procesos democráticos.

La VI sesión del decidim.lab, titulada “Innovación democrática guiada por modelos simulados” está orientada a plantear las posibilidades de los modelos simulados para las nuevas formas de participación en plataformas como decidim. Explorar esta cuestión implica plantear otras cuestiones y retos, que van de lo epistémico a lo ético y lo político.