El presente está marcado por múltiples crisis: ecológica, económica, política, social… y las ciudades parecen encontrarse en el centro de ellas. El modelo de los comunes urbanos se plantea en ocasiones como alternativa al marco socioeconómico e institucional que nos ha traído hasta aquí. Para que lo sea, los comunes urbanos deben entenderse no solamente como ámbitos - sean espacios, servicios o recursos - gestionados directamente por las personas que los disfrutan, sino también como procesos políticos de deliberación y de toma de decisión radicalmente democráticos basados en el control colectivo de las infraestructuras y de sus leyes, la transformación de las instituciones, la propuesta de un nuevo sistema de organización social, así como la reconfiguración de los derechos, de las necesidades colectivas y de su satisfacción. En definitiva, pueden entenderse como procesos de democratización de la ciudad desde su base. En la obra colectiva Códigos Comunes Urbanos, que se liberará digitalmente con motivo de este debate, se sugiere que los códigos comunes pueden consolidar y expandir las prácticas de los comunes urbanos. Con este concepto se hace referencia a las herramientas normativas que sirven para regular lo común y que, al mismo tiempo, son generadas en común.

Pero los comunes no son un concepto abstracto sino realidades sociales enlazadas a los devenires históricos. Un ejemplo manifiesto es el de los comunes digitales, que están ligados, de manera prominente, a la transición desde el capitalismo industrial a una forma de capitalismo que ha sido denominada como informacional, cognitivo o, más recientemente, de plataforma, de los datos o de la vigilancia. Los comunes digitales han surgido en conexión y antagonismo con este paradigma, en el que la información, las redes digitales y las prácticas en torno a ellas han pasado a ser una fuente clave de valor económico y poder social. Si bien el momento actual se podría considerar de cercamiento y acumulación digital primitiva, o de cooptación de los comunes digitales por el capitalismo o el estatalismo, las nuevas formas de producción digital procomún han construido también nuevos modos de producción y de valor que tienen el potencial de transformar las fuerzas que dan forma hoy a las ciudades y las sociedades digitales. Aproximaciones desde los partenariados público-comunitarios, los comunes digitales recursivos o la critica interseccional y ecológica parecen centrales para reconstruir las ciudades digitales en clave democrática, justa y feminista, más allá del desesperanzador horizonte de crisis del presente. Elaborar políticas públicas que apunten en esa dirección es, pues, un reto presente y por venir. En los últimos años Barcelona ha protagonizado diversos avances en este sentido. ¿Qué políticas se han llevado a cabo para abordar estas cuestiones? ¿Cómo y cuánto se ha avanzado en la democratización de la ciudad digital? ¿Cuáles son los referentes, las perspectivas y los pasos claves a futuro?

Sesión 1 | Comunes digitales: más allá de lo abierto en la economía informacional y de plataforma

De 11:00h a 12.20h

• Intervenciones de Ana Mendez de Andés  (arquitecta y urbanista), Antonio Calleja-López  (coordinador del grupo Tecnopolítica IN3/UOC) y Mayo Fuster Morell (directora de Dimmons IN3/UOC y de la cátedra Barcelona - UOC en Economía Digital).
• Moderación de Alejandra López Gabrielidis (Tecnopolítica IN3/UOC).

Sesión 2 | Políticas públicas para democratizar la ciudad digital: pasado, presente, futuro

De 12:40h a 14:00h

• Intervenciones de Francesca Bria (Enlace externo) (presidenta del Italian innovation Fund.), Arnau Monterde (director de Innovación Democrática del Ayuntamiento de Barcelona) y Michael Donaldson (comisionado de Innovación Tecnológica, Administración Electrónica y Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona).
• Moderación de Ana Mendez de Andés (arquitecta y urbanista).

Inscripciones aqui.