La inteligencia y la sensibilidad han sufrido una mutación total como resultado de la nueva tecnología informática, que se infiltra cada vez más en las fuerzas motivadoras de la sensibilidad, de los actos y de la inteligencia. Actualmente estamos siendo testigos de una mutación de la subjetividad que quizás sobrepase en importancia a la invención de la escritura o de la imprenta.
Félix Guattari era un elemento de banda, de minorías, de grupos-sujeto, de máquinas y de instituciones monstruo. Vivió atravesado por grandes acontecimientos e intensos devenires, pero sobre todo actúo en la creación colectiva de una heterogénesis de la subjetividad. Resistiendo a las miserias del presente y ofreciendo recorridos existenciales para bifurcar nuestro futuro .
Guattari nos interesa como creador de bandas mestizas de lenguajes, códigos y conocimientos distintos, como hizo en el Centre d'Etudes et de Recherches et de Formation Institutionnelle (CERFi), conectando saberes, resistencia e invenciones. Atravesó minorías que escapaban de los modelos mayoritarios como el psicoanálisis o el marxismo. Construyó máquinas terapéuticas o instituciones monstruo como La Borde, reinventando y recreando las posibilidades emancipadoras de dichas instituciones sometidas a las prácticas del análisis institucional. Alimentó grupos-sujeto capaces de producir su propio deseo y catalizarlo junto a los devenires emergentes del momento histórico que le toco vivir. Trató constantemente de transversalizar esas bandas, grupos-sujeto, minorías de deseo para vislumbrar nuevas potencias y refundar las prácticas sociales en dominios heterogéneos.
Guattari miraba el mundo desde su locura creativa, desde su inmenso deseo de pegar, de conectar sus pedazos, sus máquinas deseantes. Desde una sensibilidad molecular, microscópica y una increíble capacidad de analizar los índices de transformación y de imaginar el futuro de las posibles composiciones del mundo. Transitó y compuso mesetas de planos tradicionalmente separados: la dimensión molecular, el ámbito micropolítico de las revoluciones moleculares o las mutaciones sociales de la subjetividad, y la dimensión molar, el campo de los grandes conjuntos sociales y las fuerzas macropolíticas o de las grandes máquinas sociales-históricas.
Nos interesó siempre su trabajo por su carácter de work in progress, - lo que nosotros llamaríamos ahora conocimiento en beta permanente - por su capacidad de componer grandes conjuntos de problemas y objetos clave para precipitar procesos de mutación en distintos campos de la vida social. Sobre todo nos maravilló y nos sigue maravillando su ímpetu militante y pragmático, su capacidad de hacer inseparable la política, el deseo y la producción de conceptos y dispositivos-acción. La creatividad e imaginación política de Guattari marcan un diferencial de potencia que le dan actualidad en nuestro presente.
En este texto trataremos de recoger las pistas, los rastros que Félix Guattari nos dejó en su camino y que han inspirado nuestras prácticas, miradas, indagaciones y producciones entre los campos de la filosofía, la política, el arte, la clínica, la arquitectura y, sobre todo, la relación de éstas con las tecnologías. Guattari no inspira para comprender y experimentar la potencia de la mutación de la subjetividad del devenir cyborg que atraviesa y arrastra inexorablemente el mundo contemporáneo.
El Texto ha aparecido en: , Félix Guattari. Los ecos del pensar. Entre la filosofía, el arte y la clínica; Valencia; Gabriela Berti (editora). Ediciones Letras Salvajes; 2012. Licencia: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0Texto completo aquí : http://htca.us.es/directorio/perezdelama/1112_fablab/2012_texts/2012_08_guattari_sociedad_red/20120821_ecos_Guattari_sociedad_red.pdf